domingo, 15 de noviembre de 2015

Avanzamos con la fotografía

Seguimos avanzado con la fotografía. Aquí os dejo una amplia galería de los hecho hasta ahora. En mi página de Flickr la puedes ver. De momento sigo buscando un estilo, dominar la cámara y que ella no me domine a mí. En esas estamos pero a día de hoy, satisfecho con los avances. Y lo que queda.

sábado, 4 de julio de 2015

Aprendiz de fotero

Cantante callejero
Artista callejero / A.D-R.
Hace tiempo que tenía la inquietud de aprender la técnica de la fotografía. Siempre me llamó la atención cómo se puede ver la vida a través de una lente y, sobretodo, cómo se capta a través de ella. Después de muchos años compartiendo el día a día con grandes fotógrafos, he dado el paso. He comenzado a leer y estudiar y he salido a la calle con una cámara réflex. Ahí ando mirando e intentado comprender velocidades, Iso y diafragmas. Me gustan los encuadres, los colores y las personas, fundamentalmente las personas, sus gestos y sus miradas. Intentaré indagar en ese campo. De momento, estamos probando y aprendiendo. Ahí va una pequeña muestra. En este enlace os dejo el hueco que he abierto en la red social Flickr para ir subiendo mis fotografías poco a poco. Ni que decir tiene que se aceptan toda clase de críticas y sugerencias. ¡Ah! Y si alguien quiere dejarse retrarar y vamos probando, yo encantado. 




viernes, 3 de abril de 2015

Hemos perdido la Semana Santa



Hemos perdido la Semana Santa. El descontrol y la falta de valores de esta sociedad va a más y cada vez se hace más difícil, y se hará, recuperar esas semanas santas de no hace tantos años que todos añoramos y que cada vez vemos más y más lejos. El color en nuestra retina de aquellos recuerdos, que duran para toda la vida, es cada vez más sepia. Soy de sangre caliente y el cuerpo me pide ahora mismo echar fuego por la boca después de lo ocurrido hace unas horas. Algunos lo tildarán de anecdótico, pero quienes estábamos allí vestidos con la túnica del Silencio detrás de Jesús Nazareno todavía tenemos el susto, enorme, dentro del cuerpo. Creo que por primera vez en mi vida he sentido eso que llaman pánico. Y aunque pude mantener a duras penas la compostura, me dio mucha pena ver a buena parte de los nazarenos descompuestos, descubiertos, caídos en el suelo o corriendo presa del miedo.Siete siglos de orden y compostura de un cortejo tirados por el suelo. 


Nazarenos haciendo la estación de penitencia en un bar (@JorgeCortes74)
Ahora mismo no me preocupra realmente el origen del tumulto. Sólo es un detalle. Pero sí me ocupa que esta sociedad siga descomponiéndose a pasos agigantados y no sea capaz de frenar a los indeseables que buscan protagonismo a costa de los demás. El problema no es de las cofradías, aunque estas tienen su buena cuota de responsabilidad. sino social. Si la sociedad no ha perdido el norte, a ver cómo se explica que todos los años tenga problemas para llegar vestido de nazareno a San Antonio Abad. Varias filas de personas sentadas ahí en sus malditas sillitas que no se levantan ni para dejar el paso a un grupo de nazarenos que quieren llegar a su iglesia. El Ayuntamiento lo ha intentado y ha llenado la ciudad de carteles alertando del peligro de las sillitas en muchos. ¿Para qué? Para que quienes bloquean calles y el tránsito de personas se jacten de que se pasan recomendación por el arco de su silla, digámoslo así.

Un nazareno, por llamarlo de algún modo, aliviándose sin descaro (@7vueltas)
Y las cofradías también tienen también su parte de culpa en seguir alimentado que todos aquellos que ven la Semana Santa como un simple espectáculo, algún lumbreras lo llama incluso laico, al no impedir que sus cortejos de nazarenos guarden el orden y las formas. Si alguien ajeno al mundo cofradiero se acostumbra a ver nazarenos en los bares o fuera de su tramo y fumando plácidamente, pensarán que todo esto que se monta esta semana es un show y por lo tanto no pasa nada si mientras estos tipos encapuchados sacan unas figuras se hace un botellón. 

martes, 2 de diciembre de 2014

Qué vergüenza

He querido que pasen un par de días desde que ocurriera la salvaje muerte de un aficionado radical del Deportivo de la Coruña el pasado domingo para intentar no escribir ninguna barbaridad malsonante sobre estos tipos, porque es lo que realmente me pide el cuerpo. Esta locura mental en la que viven los grupos ultras no es más que un fiel reflejo de la sociedad maleducada sin valores en la que vivimos. Lógicamente a todos nos apena que se pierda una vida humana de esta forma, pero no debemos olvidar que el fallecido participaba de forma voluntaria en una pelea salvaje contra unos radicales del Atlético de Madrid y que había sido detenido ya nueve veces por hechos similares a los que provocaron su muerte. Es decir, que había comprado todas las papeletas posibles para que le ocurriera lo que ocurrió. Todos aquellos que participaban en esta batalla campal son culpables de la muerte de Jimmy, y cuando escribo todos quiero decir todos. He leído muchas muestras de solidaridad con este grupo ultra llamado Riazor Blues, cuando realmente lo que hay que hacer es aislarlos del resto de la sociedad e intentar que se rehabiliten si quieren seguir acudiendo a los estadios de fútbol. Aunque creo que el fútbol es lo que menos les importa. A este grupo, y al resto.


Hace tiempo que vengo reclamando una profunda reflexión sobre todo lo que rodea al fútbol. He tratado con ultras y siempre les pregunté si no es posible animar a tu equipo sin tener que acordarte de los muertos del jugador rival y de la madre del técnico visitante. Pues parece que no, según dicen y hacen. La masa es demasiado apetitosa para que el ser humano saque lo más bajuno que lleva dentro y lo grite a los cuatro vientos sin que nadie se sorprenda, amparado en el supuesto derecho que te da haber pasado por la taquilla y pagar la entrada. ¿El público es soberano para protestar? Sí, pero hasta cierto límite. Si alguien gritara lo mismo en la Plaza Nueva una mañana cualquiera que en un estadio seguro le daría vergüenza. Mucha. Y puede que quienes le acompañen en ese momento incluso renieguen de él y digan al resto de viandantes que no lo conocen de nada. Extrapolen la situación, hagan la prueba y díganme qué sienten. Pues eso es lo que deberíamos sentir todos, y yo el primero: vergüenza. Les narro también una escena que viví hace dos semanas en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Un niño de unos diez años estaba de pie en su asiento con los brazos abiertos mientras coreaba lo mismo que se escuchaba desde la grada baja de gol norte: “Hijo de puta”. Se lo decían a un jugador rival. Ni su padre, supongo que lo era, ni los mayores de edad que estaban con él le dijeron absolutamente nada. La culpa es de todos. Reflexionemos, por favor. Qué vergüenza. 

martes, 12 de agosto de 2014

El sevillismo ya lo sabe

Artículo publicado en El Decano Deportivo el 12 de agosto de 2014

De nuevo, David frente a Goliat. Como hace siete años el Sevilla juega una final de la Supercopa de Europa frente a un equipo muy superior a él…en millones de euros. Y nada más. El sevillismo sabe que su equipo es capaz de plantar cara a cualquiera sobre el terreno de juego. El sevillismo sabe que sus jugadores se dejarán el alma como hicieron en cada ronda de la Liga Europa hasta levantar el título en Turín. El sevillismo sabe que los suyos están muy cómodos jugando finales. El sevillismo sabe que esta noche sólo jugarán once hombres contra once hombres. El sevillismo sabe que el balón no entiende de contratos ni de millones. El sevillismo sabe que los suyos están más unidos que nunca y están locos por aplastar al Real Madrid. El sevillismo sabe que la campaña orquestada a favor de los madrileños se puede volver en contra de la fábrica lechera. El sevillismo sabe que hoy puede cerrar muchas bocas. El sevillismo sabe que las estrellas del Real Madrid también tienen días malos. El sevillismo sabe que usando sus armas es capaz de tumbar a los jugadores de Ancelotti. El sevillismo sabe que el entrenador italiano ha afirmado que el Sevilla no es un equipo top. El sevillismo sabe que le come rabia por dentro por tanto menosprecio desde la capital. El sevillismo sabe que es antipático para buena parte del país porque gana títulos. El sevillismo sabe que prefiere ser antipático a mediocre. El sevillismo sabe lo que es ganar títulos. El sevillismo sabe que quiere ganar más títulos. 

El sevillismo sabe que es muy difícil pelear de tú a tú contra un equipo que abusa tanto económicamente. El sevillismo sabe que ya los ha vencido en más de una ocasión a pesar de esta desigualdad. El sevillismo sabe que los suyos se dejarán esta noche el alma. El sevillismo sabe que nada es imposible. El sevillismo sabe que los aficionados que estén en la grada empujarán como el que más. El sevillismo sabe que quienes se han quedado en Sevilla empujarán todavía más. El sevillismo sabe que su afición es muy grande. El sevillismo sabe que esta noche puede ser mágica.. El sevillismo sabe que le debe una Supercopa a Antonio Puerta. El sevillismo sabe que, pase lo que pase, su equipo es campeón. 

viernes, 1 de agosto de 2014

El Decano

El Decano Deportivo será mi nueva casa, pero nunca dejaré El Correo. Lo llevo en mi ADN. Finalmente he tenido que ver desde fuera, por culpa de una operación quirúrgica, como nacía este nuevo diario deportivo en el que trabajaré a partir de ahora, pero lo he sentido como si estuviera dentro. Anoche imaginaba, y me cuentan que fue así, una redacción bulliciosa, con sus carreras, sus prisas para llegar al cierre, los teléfonos sonando y los compañeros tecleando a mil por hora. Tanta era la ilusión que rebosaba en la nueva redacción que tras el cierre, pasadas las dos de la mañana, los compañeros se fueron a la empresa distribuidora para ver los primeros ejemplares de este periódico. Si un periodista no mira el reloj y ni se preocupa por saber cuándo podrá llegar a su casa, es que algo gordo está pasando en esa redacción. Es una adrenalida que te hace sentir más vivo que nunca y que incluso te renueva los votos de esta profesión. Ha ocurrido algo importante y has tenido la fortuna de estar ahí para contarlo al resto del mundo. Tristemente no pude estar en primera persona, pero he recibido tanto cariño desde dentro de la redacción que realmente parece que estuve allí dando teclazos en mi ordenador.

Parte de mis compañeros de El Decano Deportivo. 
Cómo ha cambiado la historia. Y por eso me alegro. Nueve meses atrás, toda la profesión se echó a la calle para pedir que El Correo no desapareciera. Faltó el canto de un duro para que un suplantador de empresario y periodista diera el último puntillazo a un diario con 115 años de historia. Ahora, y no termino de frotarme los ojos, todos estos compañeros que suplicaban por la supervivencia del decano, nos felicitan porque el nuevo propietario, el grupo Morera&Vallejo, no sólo ha reflotado nuestro Correo de siempre, sino que se ha apretado los machos y hoy viernes ha sacado a la calle un nuevo diario: El Decano Deportivo.


No son tiempos fáciles para el periodismo, ni para la mayoría de los oficios, pero tengo que dar gracias porque me siento un gran afortunado. Cuando me recupere, ya falta poco, podré seguir ejerciendo mi profesión de periodista. Será en El Decano, pero siempre estaré ahí para lo que sea necesario y nunca podré olvidar al otro decano. El de siempre, el nuestro, el mío. El Correo. 

domingo, 15 de diciembre de 2013

El abrazo de un amigo


José María del Nido ha cometido un delito grave, muy grave, y deberá pagar por ello. Ha tenido en su bolsillo para su uso y disfrute 2,7 millones de dinero público del Ayuntamiento de Marbella que, según la Audiencia Provincia de Málaga y el Tribunal Supremo, se tenía que haber quedado en las arcas públicas. No sabemos qué hizo con ese dinero. Si lo destinó para comprar una casa o para comprar acciones del Sevilla Fútbol Club, por poner dos ejemplos. Afortunadamente, este país tiene un sistema judicial con garantías que nos protege a todos los ciudadanos de actos delictivos, y todos los alegramos de ellos. Al mismo tiempo, José María del Nido ha sido el mejor presidente de la historia del Sevilla Fútbol Club, modernizó el club y logró que fuera valorado internacionalmente. Al menos, el mejor que yo he visto en mis 38 años de vida. Su valentía y arrojó sacó al Sevilla de las tinieblas y lo llevó a la gloria. Llenó de lágrimas todos los ojos de los sevillistas que, incrédulos, veían como Javi Navarro levantaba un trofeo tras otro.



Pero José María del Nido presidente es el mismo que el José María Del Nido abogado. Y éste, ha delinquido. Aunque muchos, y él mismo, quieran separar las dos facetas, a mí se me antoja completamente imposible dado que la persona es la misma. Sin embargo, sí soy capaz de entender que todos aquellos que fueron el pasado lunes al acto de despedida del presidente lo hicieran por humanidad. Humanidad para agradecerle nuevamente su gestión al frente del Sevilla, y humanidad para dar un abrazo al amigo que seguramente esté dentro de poco tiempo en una cárcel. Una cosa no quita la otra. Y si usted lee estas líneas, imagine el caso cercano de algún familiar que pase por este trance y vea como necesita su hombro para llorar. Estuve allí y lo vi con mis propios ojos. Nadie me lo tuvo que contar. La mayoría de las personas con las que hablé en el antepalco del estadio me reconocieron que son los primeros en pedir que Del Nido cumpla su condena, pero que no son capaces de dejar solo al amigo en este duro trance. Del Nido se derrumbó como nunca lo habíamos visto, y me impactó. El hombre fuerte, poderoso, gallardo, valiente y bravucón se desmoronó como un niño ante la dura condena que se le avecina y pedía a gritos el abrazo del amigo al tiempo que pedía perdón. Eso es lo que hicieron las personas que fueron a despedirlo. Dar un abrazo al amigo. Condenado por delinquir, pero amigo al fin y al cabo.

martes, 4 de junio de 2013

Buena suerte, Jesús


Pues ahora sí que es verdad, Jesús Navas deja el Sevilla. El niño que veía dibujos animados en las concentraciones y que nunca parecía que dejaría su casa de Los Palacios ha madurado y ha decidido marchar a Inglaterra. El palaciego fue parte muy activa del Sevilla de los títulos, una época que cada vez queda más lejana aunque alguno parece que quiera seguir viviendo de ello. El siete sevillista ha logrado en Nervión mucho más de lo imaginable desbordando a rivales por la banda derecha, uno tras otro.

Su lastre siempre ha sido su poco gol, pero en caso de tenerlo estaríamos hablando de otro jugador, y hablamos de Jesús Navas. Un niño que subió Caparrós al primer equipo y que a lo largo de los años ha ido superando esa timidez y esos problemas de ansiedad que frenaron su enorme proyección durante sus primeros años como profesional. Era impensable hace pocos años que Navas se fuera de Sevilla, nadie lo hubiera dicho hace tiempo. Ahora, es campeón del Mundo y de Europa y necesita un proyecto acorde con su nivel. El Sevilla,tristemente, se le ha quedado muy pequeño. Realmente, no me imagino al Duende de Los Palacios viviendo en Manchester, pero quién debe imaginarlo es él y no yo. Ahora, sólo queda agradecerle todo lo que ha hecho por el club de Nervión. Siempre discreto, siempre en un segundo plano, siempre entrenándose al máximo y siempre jugándolo todo ha sostenido al equipo durante las dos últimas pobres temporadas. Con su marcha y la de Andrés Palop, salen del club los dos últimos jugadores que quedaban de aquella tarde de Eindhoven, la mejor muestra de que todo aquello terminó.




lunes, 27 de mayo de 2013

Ya no sirve escribir ayer

No soy yo el que tiene la fórmula mágica para salvar al periodismo de esta maldita crisis que cada día tiene más colegas en la cola del paro. Aunque la crisis no es del oficio sino del medio. El periodista siempre estará ahí, atento a la que pase para contarlo a la sociedad. La clave está en dónde narrar las historias pero nunca pensamos –erramos- que aquella asignatura de Tecnología de la Información que recibimos en tercero de carrera de mano de María José Pérez Luque sería una de las más importantes. Se estudiaba internet, cómo nació, su desarrollo y fundamentalmente, nos dedicamos a hacer páginas webs durante seis meses en una sesiones maratonianas en el Centro de Tecnología Informática de la facultad en la que aprendimos una barbaridad y nos reímos todavía más programando como máquinas con los códigos hmtl. Y si no, que le pregunten a Juan Ivars, Carlos Fernández-Jardón o Raúl Fuentes.

Al terminar la carrera, nos buscamos un trabajo y varios compañeros logramos un empleo en un periódico de papel, de los de toda la vida. Muchos se decantaron por soportes digitales y créanme, algunos fue por vocación pero en la mayoría de los casos fue lo que encontraron. Querían escribir en periódicos y revistas pero tuvieron que conformarse con un medio digital. Se veían raros y quienes sí estábamos trabajando con un soporte tradicional nos sentíamos afortunados y en ocasiones, un poco envidiados.


Ahora, las tornas han cambiado. Quienes seguimos -los afortunados- estamos con el agua al cuello mientras que los otros han logrado crecer y crecer en un campo que ahora mismo está en la yema de la comunicación y nos pegan un repaso de órdago. Los escucho hablar de las cosas que hacen en su trabajo y me creo que son astronautas y trabajan para la Nasa. De poco sirve dar un notición en un diario de papel, la verdad, si horas antes lo hemos dado en la web y prácticamente gratis. A veces, estoy escribiendo una noticia en el periódico y cuando tecleo la palabra ayer me duele el alma. No sé cómo terminará toda esta crisis económica y periodística, pero lo que sí tengo claro es que los días del papel están contados –a pesar de que me costaría el empleo- y que debemos trabajar en una nueva dirección porque podrán cambiar los soportes, pero nunca el oficio. 

domingo, 19 de mayo de 2013

El Sánchez-Pizjuán no se callará


Siempre se ha dicho, y con razón, que el público que asiste a un evento deportivo es soberano y tiene toda la legitimidad del mundo para aplaudir y reprobar lo que está viendo. Si es de su agrado aplaudirá a rabiar y si está muy disconforme, le pegará la bronca al responsable. No soy mucho ni de aplaudir y de gritar, aunque después de tantos años acudiendo al Sánchez-Pizjuán es normal que lo haya hecho más de una vez, y dos. Pero lo que nunca me había ocurrido es que intentarán callarme la boca. Por ahí no trago. 

Si el respetable público está disconforme con la desastrosa temporada del equipo del equipo lo más normal es que quiera públicamente mostrar su disconformidad hacia los responsables. Éstos, se sientan en el palco y ayer sábado protagonizaron un sonrojante capítulo en la historia del Sevilla Fútbol Club. Como ya sabe media España, tras consumarse la derrota ante al Real Sociedad se puso la megafonía del estadio a toda pastilla con un tema de heavy metal, algo también insólito en la historia sevillista. Habitualmente sonaba al final de los partidos el himno de Ángel Luis y Manuel Osquiguilea de Roncales pero ahora han optado por el grupo AC/DC para impedir que se escuche la voz de la afición y un tema que se llama Autopista al infierno. Claramente, lo han bordado. 

Como no hay hasta ahora explicación alguna desde la planta noble del Sánchez-Pizjuán, la única conclusión que se puede sacar es que se intentó impedir la libre opinión de la afición diciendo que aquí se hace y se dice lo que yo quiero, algo muy peligroso en democracia por mucho que diga el presidente que las puertas de su despacho están abiertas a todos los aficionados. La jugada le ha salido al responsable muy mal porque los aficionados en lugar de callar van a mostrar su disconformidad con más fuerza.

Sólo queda un partido de Liga esta temporada en el Sánchez-Pizjuán. Será la última jornada ante el Valencia y el Sevilla seguramente llegará sin opciones europeas. La afición quiere acudir a ese partido para despedir a Andrés Palop, que deja el Sevilla tras siete gloriosos años. Habrá un tifo especial para despedir al portero que tanta gloria ha dado al club. Tristemente, el sevillismo también tiene ahora la intención de acudir a ese partido para airear con más fuerza si cabe su descontento. Esperemos que un grupo de heavy metal no lo impida en esta ocasión y que quién se pegó baños de masas levantando seis títulos, se de cuenta de que lleva varios kilómetros circulando contramano y que, al menos, debe dar una explicación. 

miércoles, 23 de enero de 2013

El derecho al descanso, al ocio y al negocio


Sevilla es una ciudad para disfrutarla en la calle. Es la idiosincracia del sevillano, al que le gusta compartir sus momentos de ocio sintiendo la ciudad y formando parte de ella. Es una costumbre muy asentada, tanto del sevillano como del visitante, salir a comer fuera los días de ocio. El clima invita habitualmente a ello. Los rayos de sol dan energía y vida, y siempre es preferible compartir un rato de tertulia con la familia y amigos tomando el aire que en el interior de un local. Hasta ahí debemos estar todos de acuerdo. Ocurre que esta forma de vida tiene que ser compatible con el derecho al descanso de los ciudadanos. Todos hemos visto alguna vez perturbado este derecho de la misma manera que todos hemos molestado en alguna ocasión a alguien a costa de nuestra diversión. Un difícil equilibrio para el que todavía no existe, ni creo que exista, una romana capaz de equilibrar.

El centro de las miradas vecinales está ahora en la calle Arfe, una pequeña vía del Arenal en la que han proliferado los bares de copas. Desde hace años, no ahora, la convivencia ha sido complicada entre los vecinos y hosteleros. Unos quieren una calle silente y los otros y con todo el derecho del mundo y con el visto bueno municipal han abierto un negocio que les sirve de sustento. Conozco a algunos de ellos y créanme, son gente joven que con mucho esfuerzo han arriesgado su dinero, han creado puestos de trabajo y ofrecen un servicio muy demandado por la sociedad. Guste o no guste y aunque parezca lo que no es y otros quieren ver, es así. La virtud de ser emprendedor hoy día debe ser hasta aplaudida por todos. Sin ellos será cuando este país se vaya a pique definitivamente. Es la economía real, la necesaria y la que se aleja de la especulativa,ésa que nos ha llevado a la situación actual. 

Poner el punto de mira en el último negocio que ha llegado a la calle (El Gallo Negro) y que tiene toda su documentación en regla –les pido que me crean de nuevo- me parece un acto de injusticia. Quizás, el Ayuntamiento de Sevilla tendría que haber regulado las licencias, los horarios y compatibilizar el derecho al descanso, al ocio y al negocio hace mucho tiempo y no funcionar a golpe de los titulares que ofrece un respetable vecino que también vela por sus intereses y que, seguramente, se haya tomado alguna vez un gintonic en una terracita. 

domingo, 2 de diciembre de 2012

Mi tío Pedro, el rey de los García-Junco

Pedro y Gonzalo García-Junco

Mi tío Pedro ha fallecido hoy. Tenía 57 años y se ha ido muy feliz de este mundo. Un mundo que, probablemente, no estaba hecho para él pero que supo hacerlo suyo con la máxima naturalidad. Siempre fue feliz, e hizo feliz a todo aquel que pasó algún momento de su vida con él. Fue el menor de los 13 hermanos García-Junco Rodríguez-Jurado y seguramente haya sido el más listo e inteligente de todos. Su memoria  asombraba; su humor agudo e ingenioso, desternillaba; su constancia, puntualidad y capacidad de sacrificio, deslumbraba y su generosidad, contagiaba. Podría contar de Pedro cientos de anécdotas y vivencias. A veces te soltaba una verdad como un castillo que era capaz de ponerte en tu sitio, o su inocencia le hacía meter la pata de tal forma que el pobre no sabía dónde esconderse a la vez que se partía de la risa. Le estoy viendo la cara ahora mismo, con los labios apretados aguantando la carcajada que al final no tenía más remedio que soltar. Ver esa cara bien vale una vida. Así era Pedro, una persona entrañable que sabía ganarse lo que quería con el acento pícaro de su simpatía. A veces era algo gruñón, pero siempre afloraba a los pocos minutos su extrema bondad. Le encantaba contar chistes, gastar bromas y poner un apodo a todo el que se le pusiera por delante. Era su especialidad, al igual que su peculiar vocabulario –consecuencia de su agudeza mental- que tanta escuela ha creado en mi familia y que tanto nos gusta utilizar. Estos últimos años que ha estado más enfermo, sus hermanos han dado el mayor ejemplo de amor y cariño que se puede tener con un familiar. Ya lo hicieron cuando se fueron otros antes que él y ahora que caigo, seguramente decidieron irse antes para prepararle un gran recibimiento y que Pedro no se sintiera solo. Porque dejar de estar un minuto con Pedro era dejar de pasar el mejor de los ratos posibles. Los niños, Angelote, Juan Adolfo, Gonzalo, Jesús, Manolo y Salvador seguro que ya le están haciendo alguna perrería de las suyas mientras que las niñas, Agustina, Marilú, Angélica, María y Rosario, le estarán mimando y ya le habrán preparado una jarra bien grande para que se tome una fanta. Hoy será un día en el cielo especial porque Pedro siempre ha sido una persona especial. Cuando nació, Dios quiso bendecirlo para siempre, tanto a él como a su familia, con el síndrome de down. Un beso Perico. 

lunes, 19 de noviembre de 2012

Fede y Jose


Jose y Fede, como los llaman en el vestuario, marcaron ayer su nombre a fuego en la historia del Sevilla. Hasta horas antes del partido casi nadie daba un duro por ellos, menos su entrenador. Federico Fazio llegaba al derbi muy señalado por la grada sevillista y todo apuntaba que jugaría Alberto Botía en lugar del argentino. Sus errores defensivos han provocado en más de una ocasión el run run de la grada por la inseguridad que reflejaba y que transmitía a sus compañeros. Cada error suyo que terminaba en gol del rival provocaba la ira del respetable, que lo tenía entre ceja y ceja sin discernir que en fútbol atacan once y defienden otros tantos. El chaval, imagino, ha tenido que pasarlo demasiado mal aunque tengo la impresión de que es un tipo bastante impermeable y no habrá tenido que llegar a jugar en el Sánchez-Pizjuán con tapones en los oídos como tuvo que hacer un día Paco Gallardo. Ayer marcó dos goles en una de las victorias más contundentes que el Sevilla ha endosado a su eterno rival y, a buen seguro, tiene la camiseta de titular reservada para el domingo. En Granada lo sacaron del partido en el descanso y seguramente echó demonios por la boca. Ayer también los echó, pero de liberación y rabia. Es pronto para saber si el derbi del 5-1 servirá para que vuelva a ser ese jugador que deslumbraba con su zancada y su juego aéreo y del que Manolo Jiménez repetía y repetía que el Sevilla había encontrado a un gran mediocentro -alguien lo llegó a comprar con Fernando Redondo- por el precio de un central. Pero lo que sí está claro es que el jugador no estaba para regalarlo a precio de saldo ni tampoco para dejarlo que se marchitara en el banquillo viendo cómo pasa la vida por delante de sus ojos. El fútbol vuelve a dar oportunidades pero hay que saber estar en el sitio. Fede estuvo, y en una de ellas gracias al balón que le puso Jose desde la izquierda.

La historia de éste, guarda un paralelismo enorme con la del argentino. Personalmente, yo sí apostaba porque arrancaría de titular ya que Míchel tendría la coartada perfecta ocurriera lo que ocurriera. Sí salía mal y el de Utrera, canterano y sevillista desde niño, mostraba en un derbi su apatía habitual desde que regresara al Sevilla las órdenes estarían claras: se le pone al niño un lazito rojo y a ver quién pica en el mercado de invierno. Pero la apuesta al doble o nada de Míchel salió cara y ahora Jose vuelve a ser ese ídolo del sevillismo que se fue un día entre lágrimas a Londres y dejó casi saneadas las cuentas del club. El fútbol ha vuelto a dar una oportunidad a los dos. La grada ya les ha concedido su indulgencia casi eterna porque lo de ayer será muy difícil de repetir. Ahora les tocará de nuevo a ellos saber qué quieren realmente y hasta dónde quieren llegar. Lo de ayer ya pasó, ahora toca esperar. 

miércoles, 31 de octubre de 2012

Cofrades sin valores


La crisis desatada en el Consejo de Cofradías no es más que la demostración palpable de la pérdida de valores de esta sociedad. Siempre he creído, y me resisto a pensar lo contrario, que los principales fines de las cofradías son dos: rendir culto a Dios, desarrollar una laboral pastoral y evangelizadora y una fraterna convivencia entre sus hermanos. No hay más, y quién piense otra cosa está equivocado. A la pérdida de valores de esta sociedad hay que sumarle una enorme crisis de fe del pueblo, y buena culpa de ellos también puede que la tenga la Iglesia, a la que urge una profunda autoreflexión. Episodios como el ocurrido Consejo de Cofradías ocurren lamentablemente en todas las hermandades, lo cual es aún mucho peor. Todos conocemos las lamentables guerras internas que hay en muchas hermandades cada vez que llegan las elecciones. Se han dicho y hecho auténticas barbaridades unos a otros, supuestamente hermanos, demostrando al máximo que lo único que interesa es el ¿poder? de una vara dorada o un puesto en una junta para no sé muy bien qué, la verdad. En todas las hermandades hace falta una limpia profunda de personas que lo único que quieren es jugar a los pasitos, tener la mejor candelería para su paso de palio y partirse el pecho porque que su banda de música es la que mejor toca las marchas. Si todo eso es para rendir culto a Dios me parece perfecto pero me temo que la gran mayoría no sabe ni de lo que estoy hablando. Así que lo mejor es que se queden en su casa, se lean las reglas de su hermandad e intenten llevarlas a la práctica lo mejor posible. Lógicamente, yo el primero.  

lunes, 22 de octubre de 2012

Visto y oído


Un coche que suena como un avión, un barrendero con su carrito, una pandilla de guiris borrachos, una declaración de amor, una discusión telefónica, la ruptura de una pareja, una limpiadora que no habla sino grita, un cura dando los buenos días, un mozo de hotel cargando maletas, un tío limpiando una alfombra, un gitanito cantando por alegrías, un chatarrero con su carrito, un teléfono móvil que suena como el mío, el mismo gitanito cantando por tangos, una dependienta devolviendo el vaso del café, uno que pregunta dónde está la Giralda, un paquete de sábanas limpias, un guía turístico con su banderita, un taxista impaciente que revienta su claxon, un operario baldeando la calle, un pintor blanqueando una fachada, un coche que se deja la carrocería en la esquina, el gitanito ahora por bulerías, el gol de un equipo de fútbol, una banda de música, un cochero que le sopla 80 pavos a un turista, un grupo de costaleros camino de la capilla, un bar siempre vacío, un bar siempre lleno, una señora que no para de trabajar, un buenos días al dependiente, dos chavalas camino de un botellón, una ensaladilla de pulpo, un carrito de la compra, unos niñatos insultando a Santiago Carrillo, la persiana de un comercio, una procesión de Gloria a toque de tambor, un empleado de Lipasam que grita en vez de hablar, la lluvia posándose en el suelo, una oferta de cerveza y tapa, un limpiabotas que apenas limpia, una bronca por un plantón del novio, y mucho más. Sólo es una muestra de lo que veo y oigo desde mi casa. Cosas mías. 

domingo, 7 de octubre de 2012

Muchas gracias Belagua


Con mucha nostalgia he visto desde la distancia la celebración del 50 aniversario del Colegio Mayor Belagua. Creo que desde dejé de ser residente en 1999 no ha pasado un solo día en que no lo eche de menos y recuerdo con una sonrisa algo de todo lo bueno que viví allí. No sé que tendrá. Bueno, sí lo sé. Una filosofía de vida en la que desde el primer día que llegas con cara de susto y sin saber cómo será eso del Opus Dei te dicen que aquello no es un hotel ni un colegio mayor al uso. Es una residencia, que debes considerar tu casa, y en la que con el paso de los días y sin darte mucha cuenta aprenderás y pondrás en práctica valores como el esfuerzo, la amistad, el compañerismo, la convivencia, el respeto, la educación, la cultura y una larga lista que con el paso de los años te das cuenta que te han calado bastante bien. No harán tan mal las cosas ni serán tan malos como dicen, digo yo. 

Aquellos años fueron mi época dorada. Me gusta llamarlo así. Y vivía en todo el meollo del campus universitario, al que sigo llamando mi jardín. Convivir con 80 ó 100 personas no es fácil pero realmente creo que tuve buenos gestos y detalles con la mayoría de las personas con las que viví aquellos años, aunque alguna vez también tuve algún detalle feo con algún compañero. Perdón. Creo que fueron alrededor de 350 durante mis cuatros años en la Torre II del Belagua. El arquitecto Nacho Vicens la denominaba chabolismo vertical. Pero era mi casa, creo que lo sigue siendo, y nunca le di importancia al continente sino al contenido. Y éste, son sus personas.  Ahí está la clave y la diferencia. Desgraciadamente, tirando del álbum de fotos me da pena no recordar los nombres de algunos aunque sí recordamos todos algo de alguien. Alguna vez lo he hablado con alguno, fundamentalmente lo que éramos más futboleros. Todas las temporadas, jornada a jornada, nos vamos acordando unos de otros. Cuando mi equipo, el Sevilla, juega por ejemplo con el Dépor me acuerdo de Manu y Santi Reigada, dos de los tíos más disciplinados que he visto nunca. Si el rival es el Tenerife, recuerdo al canario Enrique Toste. Si el partido es contra el Español, lógicamente me viene a la cabeza Juan Benítez y Nacho Hernández, Armani para siempre, que el pobre se quedó luego tirado en el aeropuerto y se perdió la final de la Uefa que le ganamos en Escocia aunque él decía que era del Real Madrid. Con el Valencia, me viene a la cabeza el personaje difícil de describir de Pepe de Hevia, y si es contra el Athletic, me asaltan nombres como Txusko Etxebarria, Gorka Estomba (que era de Guipúzcoano), el demonio de Gabi Eizaguirre o Alfredo Toca, un superdotado para el deporte. Contra el Cádiz ya jugamos poco pero cómo no recordar a Fernando Mendoza y toda la antología del carnaval que guardaba en su armario y disfrutaba poniéndoles las cintas –sí, las cintas- al resto y explicándoles qué era un pasodobole, un cuplé o un tanguillo. Allí también aprendí a ser tolerante y saber que se puede desayunar, almorzar y cenar con un compañero catalán, gallego o vasco que piensa diametralmente de forma contraria a la tuya. De ellos, también aprendí sus culturas y tradiciones: El Virolai a la Virgen de Montserrat, quién es el Olentzero (Gonzalo Bonany seguro que no lo olvidará jamás) o por qué en Irún se celebra San Marcial.

Son únicamente parte de mis recuerdos de Belagua. Sólo puedo tener palabras de agradecimientos por la formación, el trato recibido y las amistades hice para toda mi mida. Muchas gracias Belagua. Felicidades. 



PD. Aquí puedes leer el Decálogo del buen belaguino, hecho público el 5 de mayo de 2012 en el Palacio de Congresos Baluarte de Pamplona durante la celebración del 50 aniversario del Colegio Mayor Belagua. Ha sido realizado por Juan Pablo Artero, Carlos Martí, Gabriel Eizaguirre y Javier Pons de Villanueva. 


jueves, 27 de septiembre de 2012

Kanouté y Miguel de Mañara


El más grande ya se ha despedido de forma oficial. Kanouté, ese gigante malí que ha dado tanta gloria y tanto buen nombre al Sevilla Fútbol Club se ha marchado de la mejor forma: ayudando a los demás. Solidario al máximo, dentro y fuera del terreno de juego, cedió el protagonismo de su partido de despedida a los niños pobres de África. Kanouté es una especie de Miguel de Mañara del siglo XXI que tanta falta hace en los tiempos que vivimos y que en el mundo del fútbol debería tener más representantes. Por el privilegio que gozan muchos peloteros, estas acciones deberían celebrarse mucho más y no sólo con un partido cuando llega la Navidad. Kanouté, el gigante Malí que agradece a su Dios cada gol que marca, ha dado grandes lecciones de cómo se juega al fútbol y ha liderado la época más dorada del Sevilla FC. Después de disfrutar muchísimas tardes viéndolo jugar al fútbol lógicamente me quedo con su talento para este deporte, pero aún prefiero que aquellos que se visten de corto y aparecen en los cromos sean personas reales que en cuanto pueden ofrecen su mano a quien más lo necesita. 

viernes, 31 de agosto de 2012

Paco, el carnicero que busca su diosa


Hoy he conocido a un sevillano muy interesante. Se llama Francisco Rodríguez y tiene una carnicería en el mercado de la Encarnación. Creo que le llaman Paco pero la verdad, no se lo he preguntado. Mal por mi parte. Comenzó a trabajar con 11 años y tiene 67. Dice que no se jubila porque le quedaría una pensión de 600 euros, aproximadamente. Migajas después de toda una vida trabajando. Es soltero sin hijos y tampoco encuentra nadie al que traspasar el negocio. ¿Qué me ha llamado la atención de Paco? Que es una persona curiosa, de las que se preocupa por las cosas de la ciudad. Desde hace años escribe a diario en su blog La Encarnación de Sevilla, un espacio en el que a veces deja correr su imaginación o larga fiesta de todo lo que puede contra el Ayuntamiento o cualquier otra administración. Después de tres décadas olvidados con la promesa de que tendrían un mercado nuevo es normal que despotrique. Yo también lo haría, y seguramente mucho más que él. En muchas de las plataformas en las que participa, casi todas anti-algo, no estoy de acuerdo con sus argumentos pero sí comparto que haya gente como Paco el carcinero, con ganas de trabajar por la ciudad de forma desinteresada. Del mercado que es su vida lo sabe absolutamente todo, y asegura que tiene más de doscientos kilos con recortes de prensa de noticias relacionadas con el mercado. Cuando las lea de vez en cuando se partirá de la risa. Es un buen ejercicio repasar periódicos antiguos y ver la cantidad de paridas que pregonan los políticos locales y nosotros, los periodistas, publicamos a pie juntillas. Don Alfonso Nieto decía que el periodista tenía que pararse a pensar, y cada día que pasa le doy más la razón aunque eso sería otro debate mucho más largo. Pero lo que más me ha gustado de Paco es que me ha dado una buena clase de historia. Fui a conocerlo para que me contará las deficiencias que él observa en el faraónico proyecto Metropol Parasol y he salido de allí sabiendo que en el antiguo mercado había una estatua de la diosa Ceres tallada por Juan Luis Vasallo que ahora se ha empeñado en que vuelva allí, ya que la pagaron los placeros hace décadas y está en un patio de la academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, en la casa de los Pinelo. No sé si lo logrará. Ojalá sí, porque gente como el carcinero Paco hace mucha falta en esta ciudad y sería la mejor prueba para demostrar que desde una carnicería también se puede mover el mundo. O al menos, una estatua. 

La foto es de Diario de Sevilla

jueves, 16 de agosto de 2012

Las lecciones del Cabeza y el Culebra


Es un tirón de orejas en toda regla a una de las aficiones preferidas de los sevillanos: mirarse el ombligo. La película El Mundo es nuestro, la famosa cinta de El Culebra (Alberto López) y El Cabeza (Alfonso Sánchez) financiada en buena parte con aportaciones de particulares, refleja cómo a esta ciudad le cuesta la misma vida moverse un milímetro en sus planteamientos aunque sea a costa de un desarrollo que beneficiaría a toda la ciudad. La manida frase de ‘así ha sido toda la vida’ no debe tener carta de perpetuidad, porque además es más que seguro que tal hecho no haya sido desde los orígenes. La expresión de los dos agentes de la Policía Local en la cinta lo dicen todo. En un solo plano reflejan años de inmovilismo.

Pues si no queremos dar un paso al frente, lo lógico es que no se avance. Todo tiene un principio y un final. Sevilla no nació con la Giralda colocada en la plaza Virgen de los Reyes, pero hay quien no quiere enterarse de ello. Ejemplos de la inmovilidad sevillana los hay cualquier día y a cualquier hora. Meta la oreja en cualquier conversación de barra de bar y se dará cuenta de ello al momento. Sólo hay que ver los debates suscitados por la torre Pelli o la construcción de las setas de la Encarnación. Podrán gustar más o menos y habrán costado más o menos dinero. Ese es otro debate. Aquí seguimos adorando las construcciones rematadas con hierro forjado color verde carruaje y no nos damos cuenta de que más allá de la provincia sevillana, y ya no digo fuera del país, hay muchas cosas de las que aprender e intentar imitar para seguir creciendo. El Culebra y el Cabeza lo dejan claro con su peculiar filosofía popular. Y eso es así, compadre. 

miércoles, 8 de agosto de 2012

Una tabla de windsurf para Sánchez Gordillo


No conozco personalmente a Marina Alabau ni tampoco a Juan Manuel Sánchez Gordillo. Los dos han sido protagonistas durante el día de hoy y cada uno me ha provocado unos sentimientos completamente opuestos. La primera, sevillana de Mairena del Aljarafe, ha regalado una enorme sonrisa a todo el país cuando se ha proclamado campeona olímpica en su especialidad de windsurf. Ver las fotografías que iban llegando al periódico sobre cómo lo ha celebrado era ver la cara de la felicidad en persona de una mujer que seguro ha tenido que trabajar durísimo para llegar a ser campeona olímpica demostrando que todo es posible en esta vida a través de la dedicación y el esfuerzo personal. Del otro, del diputado Sánchez Gordillo, que esta tarde ha atracado un supermercado en Écija para darle la comida a los necesitados, no he podido sentir más que pena por ver cómo prosigue con un discurso obsoleto que no llega a ningún lado llamando expropiación a lo que ha sido un robo en toda regla para justificar su comunismo. El fondo de ayudar a quién no tiene es bueno, pero las formas le pierden completamente y hunde y resta más crédito a una clase política ahora mismo en horas muy bajas y de la que espero reciba una buena reprimenda. Iluso de mí. Por ello, y como diputado andaluz que es y por lo tanto empleado mío, le invito a que tome buena nota de Alabau y aprenda que con esfuerzo, dedicación y un poco más, o bastante educación se pueden lograr muchas más cosas que atracando supermercados, incluso sobre una tabla de windsurf.