El más grande ya se ha despedido
de forma oficial. Kanouté, ese gigante malí que ha dado tanta gloria y tanto
buen nombre al Sevilla Fútbol Club se ha marchado de la mejor forma: ayudando a
los demás. Solidario al máximo, dentro y fuera del terreno de juego, cedió el
protagonismo de su partido de despedida a los niños pobres de África. Kanouté
es una especie de Miguel de Mañara del siglo XXI que tanta falta hace en los
tiempos que vivimos y que en el mundo del fútbol debería tener más
representantes. Por el privilegio que gozan muchos peloteros, estas acciones
deberían celebrarse mucho más y no sólo con un partido cuando llega la
Navidad. Kanouté, el gigante Malí que agradece a su Dios cada gol que marca, ha
dado grandes lecciones de cómo se juega al fútbol y ha liderado la época más
dorada del Sevilla FC. Después de disfrutar muchísimas tardes viéndolo jugar al
fútbol lógicamente me quedo con su talento para este deporte, pero aún prefiero
que aquellos que se visten de corto y aparecen en los cromos sean personas reales que en cuanto pueden ofrecen su mano a quien más lo necesita.
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